TERAPIA COGNITIVO
CONDUCTUAL.
Esta corriente psicoterapéutica
surge en los 50 con la incorporación de estrategias como Terapia Cognitivo-Conductual. Por la variedad de estrategias terapéuticas disponibles
como por su eficacia, este enfoque se ha extendido a un amplio rango de
trastornos psicológicos, así como a la promoción y prevención en salud.
La Terapia Cognitivo-conductual
considera que las personas nacemos con una herencia y un determinado
temperamento, con los cuales se comienza a interactuar con su entorno,
aprendiendo pautas de comportamiento, tanto benéficas como perjudiciales para
sí mismo y/ o para los demás. El término conducta se entiende en un sentido
amplio, abarcando conductas visibles, así como pensamientos, sentimientos y
emociones. En la interacción familiar temprana y en el intercambio social y
cultural posterior, se produce el proceso de adquisición de nuestra manera
habitual de pensar, sentir y actuar. Este proceso de aprendizaje no es
unidireccional, se trata de una compleja secuencia de interacciones, por lo que
no somos receptores pasivos de la influencia del medio. Todo aprendizaje ocurre
en un individuo que trae consigo una determinada constitución genética y una
historia personal y única. Esto explica que ante una misma situación cada
persona reaccione de manera diferente por sus experiencias de vida particular e
intransferible de cada persona.
La
terapia cognitivo-conductual considera
que la conducta humana es aprendida, pero este aprendizaje no consiste en un
vínculo asociativo entre estímulos y respuestas sino en la formación de
relaciones de significado personales, esquemas cognitivos o reglas. Igualmente
los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están interrelacionados, de
modo que un cambio en uno de ellos afecta a los otros dos componentes. En esa
relación mutua las estructuras de significado (esquemas cognitivos) tienen un
peso fundamental, pues ellas representan la organización idiosincrática que
tiene cada persona sobre lo que significa su experiencia, los otros y el sí
mismo.
Algunos de estos aprendizajes nos
ayudan a sentirnos bien, a relacionarnos adecuadamente con los demás y a lograr
lo que nos proponemos. Otros en cambio, nos generan dolor, resentimiento, dañan
nuestra salud y nuestras relaciones interpersonales. A ellos estará dirigida la
terapia.
El objetivo de la intervención es
mejorar la calidad de vida de quienes nos consultan, teniendo en cuenta que
éste es un concepto altamente subjetivo donde cada sujeto impone su sentido.
CARACTERÍSTICAS DE LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL
· Es un tipo de terapia breve, estructurada y colaborativa que se
basa en pensamientos y emociones donde su objetivo es cambiar las cogniciones
que afectan al paciente ya que son las responsables del estado de ánimo y la
conducta, por cogniciones funcionales usando técnicas conductuales para la
resolución de problemas.
·
Los pacientes pueden ser una persona, una
pareja, una familia o un grupo.
· Es activo-directiva, esto significa que los cambios requieren
compromiso, con un rol protagónico del paciente, que va produciendo cambios
graduales en su vida cotidiana. Es decir, se enseña al paciente a identificar y
evaluar pensamientos y emociones cuyo propósito es hacer este cambio siempre
dirigido a resolver la queja del mismo y a proporcionar herramientas que
permitan su independencia.
· El terapeuta es más directivo: complementa la escucha con
intervenciones que promueven no solo la reflexión sino además la acción,
asesorando y acompañando en el camino hacia los cambios que se deseen promover.
· Se incluyen tareas para realizar entre las sesiones, como forma de
poner en práctica los aspectos trabajados en la consulta.
· Está orientada al presente. La reflexión sobre el pasado tiene
como finalidad generar cambios en el presente para lograr una vida más plena.
·
Se considera que la terapia fue efectiva en la medida que el
paciente logre las metas que se propuso y mejore su calidad de vida.
·
Es una de las terapias más usadas en el mundo debido al alto grado
de eficacia.
La
intervención terapéutica en Terapia Cognitivo-Conductual se estructura en tres
pasos:
1. La
evaluación cuidadosa del caso, donde se formulan hipótesis explicativas acerca
de los problemas que trae la persona y se formulan los objetivos del
tratamiento. Esas hipótesis conducen a la segunda fase.
2. La
intervención con el empleo de técnicas terapéuticas orientadas al logro de los
objetivos planteados.
3. El
seguimiento que consiste en la evaluación de la aplicación de programa
terapéutico y la realización de los ajustes necesarios para el mantenimiento de
los cambios.
La Base
para el éxito en el tratamiento es:
·
Generar un ambiente de respeto, confianza y empatía
·
Llevar a cabo una historia clínica
·
Realizar un diagnóstico
·
Plantear el tratamiento a seguir
·
Crear una alianza terapéutica que permita establecer un compromiso.
·
Concluir el tratamiento y no abandonarlo para llegar a la meta y evaluar
los resultados